Ayer me puse tus zapatos y agarré tu diario, di dos pasos, como tú sueles hacer, y puse esa media sonrisa tan característica que me pierde. Ayer intenté ser como tú, ayer, antes de ayer y la semana pasada, y cada vez que lo intento me doy cuenta de que cuanto menos te entiendo más LOCA me vuelves.
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